La ciudad de Ohrid, donde desde hace siglos confluyen la cuna de diferentes culturas. Fundada a partir de la presencia de tribus ilirias y griegas, a lo largo de su historia ha estado sometida a la influencia de diversos imperios: romano, bizantino, búlgaro, turco, serbio, yugoslavo y, finalmente, como parte de la República Independiente de Macedonia del Norte.
Encaramada en lo alto de las colinas de la ciudad, Ohrid lleva en pie desde el gobierno del zar búlgaro Samuil en el siglo X.
Antes de subir a la fortaleza podemos visitar el Antiguo Teatro de Ohrid, el único teatro de tipo helenístico del país construido en el año 200 a.C. El teatro abierto tiene una ubicación perfecta: las dos colinas que lo rodean lo mantienen protegido de los vientos que podrían interferir en la acústica durante las representaciones.
En lo alto del precipicio de la playa de Kaneo, frente al lago Ohrid, en la antigua ciudad de Ohrid, Macedonia del Norte, se alza una majestuosa iglesia dedicada a Juan de Patmos, el autor del Apocalipsis, que algunos creen que es el estimado Juan Apóstol.
Iremos al centro de la ciudad y a la venerable zona del Antiguo Bazar, donde podremos observar las viviendas tradicionales de Ohrid. Gran parte de la ciudad está revestida de piedra, lo que explica que inicialmente se la conociera como Lyhnidas, derivado del latín (una piedra preciosa exquisita que irradia brillo).
Tras nuestra reverente visita a Ohrid, nos aventuraremos hacia el ilustre Monasterio de Sveti Naum. Este venerado lugar de culto es donde reposa el beato San Naum. Gentes de tierras lejanas se reúnen aquí para rendir homenaje a su fe. Cabe destacar que el Complejo del Monasterio formó parte de la frontera albanesa desde 1912-1925, hasta su posterior devolución a Yugoslavia.
Continuando nuestra peregrinación, nos dirigiremos a la pintoresca ciudad de Tushemisht, que guarda muchas semejanzas con la ciudad santa de Ohrid, dada su rotunda adhesión a la fe ortodoxa oriental.
Podemos disfrutar de una comida junto al lago Ohrid, en la parte albanesa. Tendrás la oportunidad de probar el pescado local único Koran, un tipo de pez de la familia de la trucha que no se encuentra en ningún otro lugar del mundo salvo en el lago Ohrid.